Es una especie muy común en todas las aguas gallegas, apareciendo a menudo en los arrastres efectuados tanto en las rías como en el andén continental, hasta los 300 m de profundidad o más. Aunque es bentónico, el patelo presenta fases pelágicas, hallándose en muchos casos en toda la columna de agua. Realiza grandes migraciones, al parecer relacionadas con cambios de la temperatura del agua y los ciclos reproductivos.

Llega a las rías principalmente en los meses de verano, presentándose los machos en mayor proporción, dándose usualmente una segregación por sexos. Alcanza densidades muy grandes tanto en las rías como en el andén, llagando a perjudicar los trabajos de la pesca de otras especies de mayor interés comercial.

Dado su escaso valor económico se llegó a emplear para fertilizar las tierras de cultivo, y fue objeto en otro tiempo de una pesquería específica con estos fines. Por otra parte, se han realizado estudios bromatológicos de cara a su posible uso en la fabricación de piensos.

 

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